Los vestigios sólo son cadenas que impiden nuestra evolución. Toda evolución no debe ser propuesta de crisis sino que debe fluir en transcurso de nuestro yo.
Ningún vestigio es transcendente pues nuestra condición es inmanente y no espera caprichos o sentimientos absolutos a no ser que los arrastremos como el reo arrastra su condena.
Solamente hay un camino y es el que siendo conscientes, cursamos en el preciso momento de leer estas líneas. Sólo hay una puerta abierta y es el ahora.
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1 comentario:
Totalmente de acuerdo. El ahora. Pero hay más de una puerta, hay muchas.
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