sábado, 16 de octubre de 2010

Coches


Sólo un minuto antes antes de llegar a casa he intentado contar todos los coches con los que me he cruzado: Los que iban en el sentido de mi marcha delante de mí y detrás a través del espejo retrovisor, los que venían en sentido contrario, los que estaban aparcados a ambos lados de la carretera. Sé de hecho, que aunque mi esfuerzo fue notable, mi vista no logró poder cuantificar la cifra real de vehículos que pasaron ante mis ojos. Definitivamente y aproximadamente fueron cuarenta.
Luego; multipliqué cuarenta por dos, porque pensé en ese momento que dos era el número de personas que se podían vincular directamente con cada uno de los automóviles con los que me había cruzado, posiblemente en algunos casos serían más, pero también en otros menos, éstos últimos en menor medida espero.
En conclusión me había cruzado de alguna manera con un pequeño pedazo de la vida de unas ochenta personas. Una vida única en este mundo.
En ese preciso momento mi vida fue sólo una más.