lunes, 18 de abril de 2011

Posesiones y exorcismos en profundidad

Últimamente he estado recordando uno de los primeros libros por los que sentí verdadero interés. Tenía unos 10 años por lo que hoy en día me cuesta entender por qué mi madre me lo compró sin darle importancia al título ni que tampoco le llamara la atención la portada.
El interés lo había suscitado la negación de un profesor del colegio a prestarnos un determinado libro relacionado con el tema alegando de que "eramos demasiado pequeños para ese tipo de cuestiones".
Mi madre sin embargo si que se sorprendía unos años más tarde cuando se percató de mi interés por películas de terror, gore o el heavy metal.
Desde aquí quiero dar las gracias a mi madre por permitir disparar mi imaginación y darme la oportunidad de pasar tantos buenos momentos en mi vida.
El libro fue prestado a un amigo y quemado en hoguera por la madre de éste, así que finalmente tuvo un desenlace ideal para el tema del que trataba.

viernes, 15 de abril de 2011

Un disco, un mundo

Hay ciertos momentos donde se conecta con un determinado disco que contiene sin pretenderlo mucha parte de una vida y se graba en la piel a hierro candente.
La música traspasa las fronteras que tiene marcadas por lo idiosincrásico de su propuesta y se apodera de alguna parte de tu cuerpo a modo de tic nervioso que lleva a que las melodías a ella adscritas terminen gobernando el sistema, por lo menos por un periodo determinado de tiempo.
Como cualquier estímulo externo la respuesta puede ser atractiva o totalmente desestimulante pero inevitablemente tanto en un caso como en el otro martillea sin remedio todo ente cognitivo y amaneces con las mismas cantinelas una y otra vez. Cada disco un mundo.