El movimiento idealista 15-M ha de dar el siguiente paso. Creo que es imprescindible que la idea acabe convirtiéndose en representación política. Se ha de demostrar que no se trata de un grupo radical que persigue tambalear el orden que tanto nos ha costado conseguir sino que desea evaluar y diagnosticar un sistema obsoleto y desgastado con la intención de intervenirlo corrigiendo sus numerísimos errores.
El mensaje trasmitido a través de Internet ha sido efectivo hasta ahora pero se está diluyendo en redes sociales que no llegan a la gran masa, me refiero a los que leen más prensa y ven más televisión de lo que se conectan a Twitter y que confundidos y muchas veces inducidos acaban pensando como acaba siendo habitual lo que ya sabemos se quiere que piensen.
El "divide y vencerás" es una estrategia antiquísima que el poder no tarda en utilizar cuando ve amenazada su posición de privilegio. El movimiento 15-M necesita de líderes con nombre y apellidos que se erijan como sus representantes exponiendo lo que entendemos como la realidad del movimiento. Resulta necesario teniendo en cuenta muchos de los esloganes con los que en este último mes nos hemos sentido identificados.
El mensaje trasmitido a través de Internet ha sido efectivo hasta ahora pero se está diluyendo en redes sociales que no llegan a la gran masa, me refiero a los que leen más prensa y ven más televisión de lo que se conectan a Twitter y que confundidos y muchas veces inducidos acaban pensando como acaba siendo habitual lo que ya sabemos se quiere que piensen.
El "divide y vencerás" es una estrategia antiquísima que el poder no tarda en utilizar cuando ve amenazada su posición de privilegio. El movimiento 15-M necesita de líderes con nombre y apellidos que se erijan como sus representantes exponiendo lo que entendemos como la realidad del movimiento. Resulta necesario teniendo en cuenta muchos de los esloganes con los que en este último mes nos hemos sentido identificados.